miércoles, 8 de octubre de 2008

TRES POEMAS

TRES POEMAS

*** Publicados en la revista Poligramas N° 12 Agosto de 1994.
Departamento de Letras. Facultad de Humanidades. Universidad del Valle. Cali


1

¿En qué parte de mi podré encontrarte?
Tu silencio camina por mis venas
Y va dejando vacíos
Que la muerte ocupará con diligencia.

¿Hallaremos al fin el punto decisivo
El instante preciso
O la manera
De conjurar el cuerpo de la ausencia?

...Si hasta le duele al cielo
El espacio del pájaro en el aire
Después del vuelo...

2

Entre las sombras de la noche
Las sombras de las cosas
Y los hombres

La ausencia es otra sombra dibujada
En la comisura de los labios que la nombran
Y el silencio una sombra luminosa

Sobre tu cuerpo se proyecta y crece
La sombra
Dolorosa
De mi sombra

3

Yo soy un hombre iluminado
Por las tinieblas de la duda
Devorado por el fuego insaciado del hastío
Por el supremo y profundo
Fastidio de la hartura

Nada espero del mundo
Nada quiero

Yo sólo soy un hombre simple que camino
Como una interrogación en el vacío.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

DIEZ POEMAS

DIEZ POEMAS *

(Publicados en el libro VOCES Y DIFERENCIAS: Antología poética. Carlos Vásquez Zadwaski (Editor). Escuela de Estudios Literarios. Universidad del Valle. Cali. 1997)

1
Yo soy un hombre iluminado
Por las tinieblas de la duda
Devorado por el fuego insaciado del hastío
Por el supremo y profundo
Fastidio de la hartura

Nada espero del mundo
Nada quiero

Yo sólo soy un hombre simple que camino
Como una interrogación en el vacío.


2
La roca, los árboles, el río
Me arrastra la música del viento
Sólo me importa el canto
De los pájaros.


3
Entre uno y la nada
Hay un pequeño salto
Que se llama infinito

La serpiente uroboros
Mordiéndose la cola
Dentro del universal testículo

Entre el cosmos y uno
Un camino de leche
Y un hilito de humo

¿De dónde viene la luz
O las tinieblas?
¿Del cero o de uno?

Todo hombre es un ser
Corpuscular y ondulatorio
Una bestia apocalíptica

Y cada uno
Es un huevo donde incuba
El No-ser de Sí mismo



4
Toda música
Toda palabra
Toda poesía
Cuya máxima aspiración

Es al silencio...


5
Mis labios bebieron en la fuente umbría
Las aguas amargas
De un conocimiento pervertido
Por la sed de los siglos
Y el sigilo acechante de los sabios


6
Recorrer el más arduo sendero
Y encontrar una roca en el camino
O más bien llevarla dentro
Conmigo o ser yo mismo.


7
He aquí al hombre
Extraviado en las aberraciones
De otros mundos
Eterno transeúnte de tinieblas
Utópicas
Descifrador fallido de signos
Equívocos
Vano interrogante
De un universo mudo


8
Yo voy por el mundo pero llevo
Sobre los hombros algo más
Que el universo entero

Soy una desapercibida ausencia
En la congregación de los hombres

Y tal vez soy el hambre
O el olvido
O la herrumbre

A carcajadas transito
Al borde del abismo

Entre la mentira y mi locura
Sobre una cuerda floja

Mi Gran Tesoro cabe en el pañuelo
De un viajero


9
Oh Gran Desconocido
Me has mirado en el espejo humenate
De los ojos
Y he visto el Rostro de los Otros
TODOS
Los seres, los tiempos, los lugares
YO SOY

RECONOCER
Ese raro orar
Ese raro orar
ESE RARO ORAR
Somos Adán o nada somos
SOYDYOS
EVAYAVE
Innumerableciegamultitudmiserable
Somos seres solos
Somos seres solos
SOMOS SERES SOLOS
De sombra proyectada por La Sombra


10
CANCION DEL AGUA

La canción del agua
Despierta los olores femeninos
De la tierra
Lluvia que lava el tiempo y lo rejuvenece
Y desata la memoria dormida de las horas.
Entre las hendijas de los ladrillos
Los grillos se tornan relojes regresivos
Y todo vuelve
Envuelto en las espirales nebulosas
Del humo del cigarrillo encendido.

La canción del agua:
Sordo rumor que se introduce en el laberinto del oído
En los poros
En todos los conductos
Y reactiva los recuerdos agazapados
En el silencio de cal de los huesos.

Nocturna llovizna cuando los ojos no sirven
Cuando los pies están quietos y lejanos
Cuando sólo el susurro del viento
Es el santo y seña de la vida
Diluida en un pozo profundo y oscuro
Llamado No-ser.
Cuando sólo los ríos interiores
Contenidos demasiado tiempo
Se desbordan por espacios abisales
Borrando los linderos de la piel
Y la sangre y la materia es toda
Un solo fluir espeso y palpitante.

El agua tiene una estatura
Que pocos hombres alcanzan

El pescador solitario todo un día
A la orilla del río
Cuyo pensamiento no está en ninguna parte.

El sacerdote indio
Cuya iniciación se realiza
Después de haberse purificado siete días
En la laguna sagrada
Como en el principio.

El niño que busca piedrecitas de colores
Y caracoles de eras antediluvianas.

El innominado que le dio la espalda al tiempo
Y recorre paisajes de arena
En los astros interiores.

Los hilos del agua te conducen al origen
Para recomenzar la textura del destino
Con una fortaleza nueva en la mirada
Con la vitalidad pura de un niño.

Los ríos pasan y pasan y se quedan
Y regresan siempre
En un eterno fluir que el hombre envidia
Porque los hombres pasan
Y no se quedan
Y jamás regresan.
Sólo la superficie
Y el límpido rumor líquido y grueso
Del agua
Les permite hacerse a la ilusión del retorno.

Agua
Agua
Primero estaba el mar
El mar era la Madre
Ella era río, laguna, quebrada
Y el espermatozoide de Dios se agitaba
Sobre la superficie del océano
Diseminando las primeras bestias arcaicas
Que poblaron el universo por días estelares
Milenios incontables de protozoarios
Híbridos infinitesimales de planta y animal
De luz y roca
Bisabuelos de los mastodontes y gigantes
Que asolaron la tierra mucho antes
De la ira del agua.

En los valles fluviales nacieron las civilizaciones
A la vera de los ríos sagrados
Cuyo sólo nombre es una invocación
De magia y poesía
Río Amarillo
Rió Nilo
Río Tigris
Brahma Putra
Río Jaguar
Río Serpiente
Río de Leche
Río Madre.

A la orillas de los ríos y sobre las lagunas
Sembradas de mazorcas de oro
Se construyeron los palacios, los templos, las pirámides.
Las naciones del Agua
Los Atlantes que regaron de sabiduría y de misterios la
Superficie del planeta.
Los hijos de Axtlán que nos contemplan desde el silencio
Aterrador de sus ojos de piedra.
La canoa serpiente que venía desde el mar
Con una humanidad en sus entrañas
Pariendo huevos luminosos selva adentro,
Río arriba
Cerca de la cabecera de la Madre del Agua.

Y los ríos verticales
Bendición de la tierra que los dioses
Derraman en agradecimiento a las danzas de plegaria
Al tambor del pie descalzo sobre la tierra seca
La lluvia bailarina con su vestido de velos
Desnudando a cada movimiento de caderas
El cuerpo del aire.
Las gotas hipersensitivas y exquisitas que se deslizan
Buscando las axilas musgosas de los árboles
Y las grietas sensuales de las rocas y el suelo
Para despertar allí el denso olor a mujer
Que tiene la tierra cuando llueve
Que tienen las rocas
Que tiene la madera.

Todo es agua
El universo es agua en movimiento
Las rocas son agua endurecida
La leche es agua blanca
Y la sangre son ríos de agua roja.
El hombre es agua que se piensa
Y el amor es un mar salado y cálido
De lágrimas de placer y desbordamientos seminales
La memoria es el canto del agua que regresa
Invadiendo los órganos, los huesos
Con voces y silencios de otras vidas
De otros tiempos.

jueves, 11 de septiembre de 2008

EL PRIMER LENGUAJE

Este acto de amor tan íntimo y tan multitudinario, tan por encima de las edades y el espacio.



Extranjeros, se encuentran en la esquina de un vuelo y pueden reconocerse en cosas primigenias: en la sustancia que viene del hidrógeno, en la luciérnaga que los vincula con la estrella, en el abismo de la noche más negra, cuando la piedra era.



En el asombro de los cuerpos descubriéndose, los dedos recorren la madera, acarician el borde de una hoja, la piel de la niebla, la textura de las horas dibujando señales recordatorias, signos, sueños. Sobre todo, sueños.



El primer lenguaje del hombre solo tuvo palabras asombradas, invocaciones, ensalmos amorosos. Era un acto poderoso que estructuraba el mundo, decantaba el caos avasallante, tomab para sí la plenitud perdida y erigía, sin saberlo, el túmulo, la torre, el camino que todos recorremos con zapatos inteplanetarios.



Hubo un momento en que el bisonte fue por primera vez bisonte y alrededor del fuego se tejieron las leyendas. La cabeza del jaguar hacía el sol de la noche y por el río subía la serpiente de estrellas rumbo al centro, corazón del universo y el jaguar, el sol, el río, el hombre, eran uno.



Hubo un momento cuando se hizo la otra luz y la luna era la sangre de una muchacha oculta a las miradas, mujer, montaña, cordillera, tierra y nombrar el miedo era atraer la noche del espanto, los escorpiones negros.



Hubo un tiempo con certezas tristes y un ser que supo de la muerte. Y entonces el amor, el fruto, las palabras, quisieron recuperar lo pasajero, elcaer de la hoja, la errancia de una estrella, la mismidad del hombre.



Hubo un instante de un día en que empezó a contar la ausencia.







***Publicado en Voies d'encre N° 19 Eté 2006

Revue littéraire de création. Chemins du monde

3 Bis, Rue Michelet, 33140 Villenave d'Ornon

France.

EL RECONSTRUCTOR DE TEXTOS

Es duro mi oficio: soy reconstructor de textos.

Mi trabajo consiste en viajar por el mundo recogiendo los restos del naufragio y del incendio, las hojas arrastradas por el viento, los gritos de espanto de las víctimas del insuceso. Husmeo entre los escombros de las ciudades devastadas, entre los restos calcinados de los templos, las oficinas, los archivos notariales y debo rescatar, es mi misión, aún a costa de mi propia vida, el más mínimo legajo, el más decrépito folio,arrancado de cualquier texto por una mano infame.

Debo recorrer los siete mares y los cinco continentes, debo perderme en laberintos de nieve o de fuego, debo excavar la tierra acumulada pormilenios, debo apartar los huesos, los detritus, las cenizas, los humores domésticos de las antiguas ciudades asoladas por la ira de los dioses o las fuerzas desatadas de la naturaleza y de los pueblos; debo llegar hasta la escencia de Sodoma, Nínive, Jericó, la consumida Alejandría, debo buscar entre las grietas de los muros de Jerusalem y entre los ladrillos de las torres derribadas de Babilonia las señales testimoniales; debo traducir, interpretar, recomponer, las promesas de amor, los tratados de medicina y de agrimensura, los mapas de las constelaciones, los conjuros de viejos alquimistas, las fórmulas secretas.

Tengo que deducir de una palabra un versículo, de un párrafo un texto, de una biblioteca un mundo. Del signo que representa un arbol, debo extraer raíces y proyectar ramificaciones en el cielo, primaveras inciertas y frutos de infundio. Debo esforzar mis ojos hasta lo más profundo. Es arduo mi oficio y me consume y, a veces, tengo miedo...


***Publicado en Voies d'encre N° 19, Eté 2006
Revue littéraire de création. Chemins du monde.
3 BIS, Rue Michelet, 33140 Villenave d'Ornon
France
.

lunes, 25 de agosto de 2008

LLUVIA NEGRA

Escuché el crujir de las hojas y las ramas contra la tierra húmeda bajo el peso de las pisadas de los hombres acercándose a mi lecho. Luego los ví, tan altos como dos montañas, sus diminutas cabezas de insectos recortándose en el azul temprano del cielo. Sus botas inmensas tan próximas a mi rostro, las mangas caqui de sus pantalones ascendiendo largamente hasta la cintura, y la camisa caqui mucho más lejos todavía.

Aquella visión inconmensurable me oprimía el pecho; mi corazón golpeaba acelerado y mi cuerpo todo se enervaba de angustia, máxime cuando yo sabía qué hacían allí y para qué habían venido.

En las manos rudas y alargadas traían las palas y sus miradas pasaban sobre mí sin detenerse, sin mirarme siquiera, como si yo no estuviera allí.

Entonces se inclinaron sobre el montón de tierra acumulada junto a mi lecho y empezaron a arrojar las paladas de tierra que empezaban a cubrir mis piernas.

Apoyándome en los codos con un esfuerzo inmenso, pude incorporarme un poco para ver cómo la tierra iba cubriendo paulatinamente mis extremidades; miré con desesperación en derredor tratando de encontrar algo a qué asirme, algo que pudiera salvarme.

Los hombres no parecieron notar mi agitación, mi desesperación. mi angustia, sus rápidos moviemientos me iban cubriendo de barro revuelto con hierbas, raíces, hojas descompuestas.

Un golpe de tierra cayó sobre mi rostro y gemí tratando de llorar; otro golpe me llenó la boca, la nariz, los ojos; pensé en mi madre, en mis hermanos, en los quinientos siglos de historia sepultada bajo la lluvia de lodo.


*Publicado en: Voies d'encre. Numero 20. Automne 2006
Revue littéraire de création. Chemins du Monde.
33140 Villenave d'Ornon France.


SIN TITULO

Del dolor germinal de la semilla
nació el tiempo
azotado por lluvias de luz y de tinieblas

Del cuerpo joven de una muchacha
De su primera menstruación
Y tuvo olor de semen y madera
Y tuvo un denso olor a flor de tierra

El tiempo es piedra
Las horas y las eras
granos minúsculos de arena
Rechinar dentado de la rueda
Crepitar del cuarzo
Rumor de las estrellas.

*Publicado en Voies d'encre. Numero 20 Automne 2006
Revue littéraire de création. Chemins du Monde.
33140 Villenave d'Ornon France

miércoles, 20 de agosto de 2008

BORDEAUX 4

Doce pasos de largo
Diez pasos de ancho
Y a un solo paso de la tumba

Treinta y seis escalones de piedra carcomida
conducen hasta mi nueva morada
Hay un sótano antiguo
que huele a orín, a oscuridad, a húmedo.
Aquí vivo, duermo, desayuno y copulo
Con todas las mujeres del mundo.

Dos minúsculas ventanas negras
Me dejan ver los techos vecinos
El cielo azul, las nubes
A veces una estrella solitaria
Y cada mes la luna.

En la puerta un gendarme encargado
De arrancar los ojos y la lengua
De aquel que sobrepase ciertos límites.
Hay un piso vedado.
Mi cuarto es ocupado por una sombra de hombre
y un espejo
en cuyo interior las telarañas polvorientas
atrapan los sueños

El piso es blanco
El techo blanco
las paredes blancas
y el espíritu sopla de la cama a la mesa
transcurriendo sus ciento veinte pasos cuadrados
milimétricamente
Sus ciento veinte pasos circulares
Sus ciento veinte pasos viciosos

Todas las noches converso conmigo
Me hago la visita
Me acaricio un poco
Y me cuento una historia siniestra antes del sueño

Para dormirme acudo al antiguo expediente
De contar escalones
De contar pasos
De contar palpitaciones

Luego pueblan mis sueños los cuchillos sangrientos
Gárgolas y súcubos que roen sus cadenas
Laberintos con puertas sistemáticas
Que te llevan una y otra vez a la locura

Hasta que una doncella angelical
me rescata a un amor adolescente y puro
Y yo salgo del mar
limpio del mundo

Pero debo despertar arduamente
al tinto, al cigarrillo, a los libros
a la constancia del cerebro que machaca
sus amargas hierbas
sus fluidos sutiles

Casi no pasa nada aquí
Algunas veces
Un rayo de sol desciende por la ventana
Y yo me tiendo desnudo
Por calentarme un poco los testículos.

* Puplicado en Voies d'encre Numero 15, Printemps 2005
Revue littéraire de création. Chemins du Monde.
33140 Villenave d'Ornon France.

SIN TITULO

A través de la reja la luna
Se ve triste
Prisionera
Allá afuera.

*Publicada en Voies d'encre Numero 15 Printemps 2005
Revue littéraire de création. Chemins du Monde
Villenave d'Ornon. 33140 France